Solamente
por la cantidad de hechos que han debido coincidir en el tiempo, comparable a
la cantidad multitudinaria de hechos que lo hubiesen podido impedir, un
encuentro es algo misterioso. Por las mismas razones, ciertos piensan que es
milagroso. Hablamos de encuentros en general. Si entramos a lo particular,
encuentro de personas por ejemplo, es más complicado aún, ya que además de la
complejidad de que dos seres se encuentren físicamente, una vez producido ese
primer milagro, les queda luego otro encuentro. Algunos ven en ese segundo
avatar el verdadero milagro y/o misterio...
Hace pocos años, la casualidad o destino, o aún el sino hizo que la Sra. R. y el Sr. N., se encontraran en un vuelo en globo sobre Cappadocia, Turquía. Ciertas apreciaciones sobre la visión del mundo desde las alturas establecieron entre ellos un diálogo, que continuó luego del descenso del globo (ninguna alusión al paso a la categoría B del campeonato de fútbol argentino del Club Huracán, acaecida por esos años) en el bar del hotel en que se alojaba el grupo de turistas.
La Sra. R y el Sr. N son argentinos, la Sra. R
vive en el oeste de la ciudad de Buenos Aires y el Sr. N en un suburbio de una ciudad de un país europeo. Cabe destacar que este diálogo comenzado como al descuido, en
las alturas de Cappadocia continúa a través de los años, abordando diversos
temas que hacen nada más ni nada menos que a la diversidad del vivir,
por medio de la sofisticada tecnología de nuestra época.
por medio de la sofisticada tecnología de nuestra época.
Enero 2015
Sr. N-
Gracias por el
momento de placer musical que me ofrece. La voz de Radiohead suena -a mis
oídos- nórdica, "viquinga", clara pero en la niebla, me gusta
mucho el clima sonoro que crea. Luego el Schubert de dame Kopatchinskaja y
sieur Fazil Say, un momento musical, schubertiano, no fácil de escuchar, sobre
todo entre intérpretes jóvenes que por lo general priorizan la
"performance" antes que la música -todo fuerte, todo rápido- cosa que
no es el caso aquí. En esta versión todo es sutileza, manejo de las
"nuances", que crea ese clima que los grandes intérpretes logran en
el estilo romántico pero contenido y elegante de la música de cámara de
Schubert. Como decía con su acento inolvidable mi profe de armonía, vienés él,
cuando me corregía los deberes, "rómantico, no bóludo".
Y después, no pude
escuchar a Montgomery, me quedé en Schubert, no pude salir del clima, sentí que
se rompía algo si pasaba a otra música. Me pasa, a veces y me deja una
sensación fea cambiar de inmediato, después de una escucha intensa de algo que remueve, como que se banalizan los sentimientos. Pero bueno, hoy escucharé
la versión de Round Midnight, gran tema, y después le cuento...
Sra. R
N,
debo hacer una confesión. Ha sido observado en un experimento. Disculpe, pero
fui víctima de un descubrimiento. Paso a explicar: luego del poema que usted me
mandó me fue necesario encontrar un pasaje, algo que me condujera apretadamente
entre dos sensaciones. Lo primero que necesité escuchar fue el tema de
Radiohead (que inclusive en mi computadora tengo una versión excelente en vivo
pero como no estaba en mi casa), y acordándome de Schubert lo busqué y di
casualmente con estos dos intérpretes que ya hemos conocido. Me quedé pensando
en qué pasaba si después de tanto apretujamiento musical algo venía y me daba
el chapuzón de agua fría. Puse lo primero que apareció...y me arrepentí... Y
qué le hubiera ocurrido a usted? Envié los temas en el orden en que los había
escuchado, pero no podía decir nada! Tenía que ser genuino. Quizá era inmune,
porque hay personas que pueden viajar de una música a otra sin problema. Yo
descubrí que no, porque se me fue algo que tenía y no lo pude encontrar más, y
que era lo que su poema me trajo. En pocas palabras, hubo algo que quise mucho
en ese poema y lo perdí. Disculpe nuevamente mi curiosidad. Me manda otra
poesía?Febrero 2015
De las estaciones
Sra. R.
Dígame N..... El invierno se
hace porque secretamente los corazones de un hemisferio se ponen de acuerdo y
se afinan al mismo tiempo de estación a estación?..Y así la primavera, y así el
otoño..? Forma perfecta del mundo en acomodarse. Usted tiene afinación
temperada, o de temporada? Aquí, corazones como el propio vienen esperando el
frío, la lluvia de hojas y el crocante crepitar de los pasos sobre éstas, nieve
también pero no hay, el viento de la mañana, la noche que duerme un poco más...En fin, mientras yo sueño...
PD: aún no encuentro la música. En próximo envío va
una certera. Paciencia le pido.
Sr. N.-
Mire Sra. R, voy a tratar de responder
a su rica curiosidad y eso porque usted se lo merece, y también porque me
plantea un problema que, de no
responderlo, esta noche será de improductivo y seguro insomnio. Respecto al
supuesto o posible acuerdo "corazonil", intuyo que es a la inversa,
las estaciones llegan y los corazones se ponen de acuerdo, "se
afinan" -si usted quiere- para reaccionar y adaptarse a los estímulos de
natura. La geografía que habito me condiciona, y según la estación. Eso se
observa sobre todo si se cuenta con un jardín, aunque sea pequeño. Permite
vivir eso que su corazón espera y escribió bellamente, en invierno "el
frío, la lluvia de hojas y el crocante crepitar de los pasos sobre
éstas...".
Desaparece toda la gama de verdes y oros, los
insectos y animalitos se entierran, las plantas se visten con la gama de
marrones y quedan flaquitas, perdura el verde del musgo. Mi corazón, no me
animo a decir "los corazones”, se pone melancólico, lo habita el silencio,
lo empuja a la reflexión, aprende la noche diferente. El día es corto y si hay
sol uno lo tiene casi siempre en los ojos ya que no sube. Si cae la nieve, el
silencio aturde, marea, y el corazón, mi corazón al menos, se pone furiosamente
contento. La luz es de una irrealidad fulgurante y la sensación de quietud
refiere a lo eterno. Por la mañana, en el limpio manto blanco se ven todas las
huellas del tráfico nocturno-gateril, el matinal de los pájaros y otras
especies y eso da una idea del orden del mundo, como lo dice usted. Y si no,
vea las minúsculas hormigas, anunciando la primavera, porque no es cuestión de
almanaque o día del estudiante, es cuestión de que un día, a la mañana, tarde o
noche aparezcan. Viniendo de la cava, en el baño, de abajo de la bañera o en el
salón. Sea de donde sea, usted sabe que cuando aparecen ya no va a hacer frío
invernal.
Para mi corazón, el verano produce también una gama
de reacciones pero diferentes, más exuberante que nostálgica. He pasado en el
jardín noches pesadas sin brisa alguna, el grillo cantor, los erizos -todos los
años hay una familia- los gatos, los pequeños roedores y el “sensual perfume
embriagador" de los rosales, jazmines y la hierba mojada de rocío. Y
cuando uno se quiere acordar ya la luz que empieza a enrojecer el cielo le
avisa que se termina la noche, y mientras se lo repite el arrullo de los
pájaros despertando, su corazón le recrimina: "otra vez?, con qué otro corazón
me voy a poner de acuerdo...? No son horas..."
Y usted le responde (y se defiende) y bueno che,
tampoco te quejes, pasamos tres o cuatro horas en contacto con una copiosa
cantidad de hechos minúsculos, que ocurren hace millones de años, que te
embarcaron en el movimiento general del universo y te quejás porque dormí poco.
Y si no hago ese trabajo para nutrirte, con cuál de los otros corazones te vas
a poner de acuerdo..? Y sobre qué...? sobre el curso de la bolsa, o el último
casamiento farandulero...? Haceme el favor..!
Y al fin es esa la cuestión. Y la intuitiva
respuesta a una de sus preguntas, porque son las estaciones -que es decir la
marcha del universo- las que acuerdan para que los corazones tengan razón de
ser y se encuentren. El universo es muy anterior a nosotros, y será muy
posterior a nosotros.
Respecto a mi afinación -como en la musical-no es
temperada pero me adapto dentro de lo posible a la temperada, cuestión de poder
convivir. En todo caso no “de temporada”, que sería, según o a "la
moda".
Aunque no es pregunta sino aviso y afirmación me
quiero referir a la PD: Posdata o poscritum.
Mi querida Sra. , sublime, usted es sublime!
"Aún no encuentro la música". Bello como la sabiduría de la
eternidad. Y el inmediato "en próximo envío va una certera", momento
privilegiado de humor, de intuición, rotura de tono que aligera la enorme carga
de la primera frase. Y de remate "paciencia le pido”... Me pide..? Sra. R, no hace falta. Si aún "no
encuentra la música" no hace falta que le tenga paciencia. Somos más de
los que usted cree los que "aún no encontramos la música". Lo hermoso
es lo que vamos encontrando en el camino,
(Cordajes que yo daba por muertos resucitan:
Recobran en mi mano el peligroso
desvelo de la Música) L.M.
Volviendo a lo de las estaciones, tampoco todo es
bruma y nieve. Aunque no me crea, aquí también pasa que hay Días Peronistas,
mejor dicho su equivalente, Días Gaullistas. Ah!, no me cree..? Bueno, mire las
fotos. De la nieve de hace 2 días no quedó nada. Todo era blancos y grises.
Ahora hay sol y colores. Y, paradojicamente, hace mucho más frío. Pero bueno,
debo confesarle que ya comenzó a dejar de ser peroncho el día, se está
pudriendo, sopla un viento helado del este y va a empeorar.
En fin, todo esto de la meteorología, como
comentario no es importante, son avatares de las estaciones. No más (ni menos) que eso.
Sra.R
-Pues, claro que le creo. Y por mucho que
me distraigan las nubes en este verano, su corazón y el mío se hermanan en
todos los días en los que el sol y el frío comulgan en un recuerdo de infancia
cuando la mañana se fundía en un recreo y el mate cocido hacía humito frente al
pizarrón verde. Será la forma de trascender las estaciones? Sí, los días
peronistas son protectores de los recuerdos y de los corazones que los
atesoran, en donde crece la maravillosa certidumbre de estar vivos. Se toma un
cafecito conmigo?
Sr. N
......y los sabañones... Sra. R, conoció los sabañones?
Nos hacían sufrir las mañanas de julio o agosto.
Las casas sin calefa y con chiflete... y un bracerito a carbón debajo de la
mesa, en la cocina mientras hacíamos los deberes... Y lo del "pizarrón
verde", discúlpeme pero no me rejuvenece, en mi tiempo eran negros los
pizarrones...
Bué, basta de apiadarse sobre sí mismo. Y el
cafecito con usted...? y cómo que me lo tomo!
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