samedi 13 février 2016

...entonces, todo duele...




  Cuando el sol,
los árboles
que bailan en el viento…
  Cuando las ventanas
abiertas o cerradas,
iluminadas o no…
  La golondrina,
su nido
y la flor…
  Cuando la música, el rocío,
la niebla que envuelve o
en mitad de la noche
el estallido del silencio,
su estruendo…
  O cierto día al caer la tarde…
  O los pájaros anunciando el alba…
  Cuando la lluvia golpea alegre
como queriendo entrar,
o se desliza como letanía sobre la claraboya
de la buhardilla…
  Cuando el recuerdo de un gesto, de una palabra,
su silencio,
su lejanía,
su perfume que no me abandona…
  Entonces sí, claro…
  “Vamos,
que todo duele…”

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