Recordando un texto sobre la lluvia
Hoy,
la lluvia dio
frescor
a mi alma.
Calmó el fuego
de mis secretos,
motor de mi vida.
La pasión
de la música
calmó la ansiedad.
Bajo la lluvia
fui invisible,
lavado
de toda mezquindad,
mojado
de belleza
a compartir,
pero ausente.
Por eso,
lluvia,
como disimuladas lágrimas,
compañera elemental,
antigua,
venida
del fondo de la existencia,
del fondo de todo,
sigues
siendo
“bondadosa”.
Como al comienzo.
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