Volver.
Es decir arrancarse
del perfume del jazmín,
del jacarandá,
del azul de sus flores
que tapizan las veredas,
cuando cae la tarde.
Del arrullo de la
torcaza
en los tranquilos
barrios,
del zorzal que canta,
del jilguero,
en la bruma del
amanecer.
Del aire, de la
luz,
de los sordos rumores
de un país...
De ella ,
de su mirada honda...
Volver...
Lacerado...
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