mardi 5 janvier 2016

Año nuevo, auguri

Le deseo,
no un buen comienzo de año 
porque sería poco.
Le deseo 
el viento, la lluvia fresca, 
las madrugadas misteriosas, 
el rocío en los pies descalzos, 
los buenos sentimientos, 
las flores silvestres, 
los bellos recuerdos, 
las locas esperanzas. 
Le deseo 
que la belleza la haga llorar, 
que la emoción la invada 
hasta lo más hondo de su ser 
cada vez que mire el cielo estrellado 
o una música sutil, desesperada, o 
un canto nacido del alma se derrame, 
generoso, sobre su humanidad. 
Le deseo 
pueda descifrar
lo que dice el río que corre,
o la brisa en los árboles, 
o el silencio ensordecedor de los bosques y 
la fosforescencia del mar 
en las noches sin luna. 
Le deseo 
la bondad, 
y la ternura, 
y la mirada de los niños, 
y todos los misterios 
que pueblan nuestros sueños. 

Le deseo, por lo menos 
todo esto, y por la eternidad.

 

 

Año viejo

De la tarde que se apaga 
solo nos queda el fragor. 
Mortecina luz que huye 
solo deja desamor.

De tu sombra, de tu aire, 
del murmullo de la noche, 
soledades y cenizas 
brillos vanos e ilusiones, 

tardes, voces, hojarasca, 
viento frío. Y en el alma, 
flores mustias del olvido 
ni siquiera me dejaste.